Paseos y actividades
Punta del Este es una hermosa ciudad jardín, limpia, ordenada y al mismo tiempo distendida. Tanto si es su primera vez en la ciudad como si es un asiduo visitante, siempre es recomendable dejarse llevar por sus calles y playas, donde descubrirá bellos jardines, distinguidas casas, espectaculares amaneceres y atardeceres y, por supuesto, gente amable.
Además del ineludible paseo que por sí mismos representan sus kilómetros de costa, existen otros varios puntos de interés en la península y alrededores.
El Faro de Punta del Este, hermoso punto desde el cual apreciar la belleza circundante, corona el balneario desde 1860 con una altura de 44 metros sostenidos a base de ceniza volcánica de Italia.
El Puerto de la ciudad es el puerto deportivo más destacado del Uruguay y uno de los mejores de la región. Cuenta con excelentes instalaciones al servicio de las embarcaciones y del usuario en general, y es un marco ideal para disfrutar las últimas horas del día entre las gaviotas y los lobos marinos que se acercan allí. Sobre la rambla por la que se accede al mismo se encuentran distinguidos restaurantes donde comer, establecimientos de venta de frutos del mar, y pubs donde tomar algo a la noche.
A unos 8 kilómetros de la península, frente a la playa Brava, emergen las 44 hectáreas de la Isla de Lobos. Como su nombre lo indica, es sitio predilecto de dos tipos de lobos marinos que se cuentan por varias decenas de miles y que son visitados –además de por los turistas- por gaviotas y elefantes marinos, entre otras especies autóctonas. La isla fue descubierta por la primera expedición española en 1516 y visitada entre otros por Charles Darwin.
Otra pequeña isla (21 ha.), la de Gorriti, visible desde la playa Mansa, es reserva natural patrimonio histórico del Uruguay, visitada por veleros y yates que salen desde el Puerto de la península durante el verano. No está permitido pasar la noche ni levantar ningún tipo de construcción, pero se pueden hacer recorridos por toda la isla, disfrutar de la playa “Puerto Jardín” y hasta hacer asados en los fogones dispuestos para tal fin en su zona arbolada.
Yendo hacia el este y cruzando el puente ondulante (sobre el arroyo Maldonado) se llega a la Barra de Punta del Este. La zona dista bastante del tipo de construcción de la península, siendo de menor densidad y altura, dándole un aire más tranquilo a las horas del día. En las noches de temporada estival su calle principal se llena de gente que recorre sus diversos restaurantes, pubs, comercios y galerías de arte.
Más allá, hacia el este, llegamos hasta José Ignacio, una pequeña península de 800 metros de ancho, que también es bisagra de sus playas mansa y brava. Está enmarcada por dos lagunas, la de José Ignacio y la de Garzón, área que en su conjunto ha sido elegida por aquellos que quisieron combinar la apaciguada atmósfera de sus playas y chacras cercanas con un refinado gusto por el buen vivir.
Volviendo a Punta del Este, el centro geográfico y de la actividad comercial, y recorrido obligado es la Avenida Gorlero. Es el sitio en donde se puede encontrar una amplia gama de comercios, cines, pubs, casinos, galerías de arte, etc., etc. Es una excelente oportunidad para caminar tranquilamente sus casi 10 cuadras y darse algún que otro gusto.
Otros recorridos y puntos de interés:
El reconocido artista plástico uruguayo Carlos Paez Vilaró –padre de uno de los integrantes del accidente aéreo de los Andes– es dueño y constructor de esta imponente casa del mejor estilo mediterráneo recostada sobre la costa de Punta Ballena (30 kms. antes de Punta del Este). Funciona hoy como un museo, galería de arte y apart-hotel.
En la Barra de Maldonado, se ubica un sitio con miles de ejemplares únicos de la vida marina, testimonios de los varios naufragios y del pasado del área.
Recorriendo la web se pueden encontrar datos sobre alquiler de bicicletas y automóviles, así como de recorridos guiados por toda la zona de la península, además de los deportes recomendados para practicar en cada playa.